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Guantes desechables de Uniuso

Guía para comprar los guantes desechables que mejor se adapten a tus necesidades.

¿No sabes qué guantes desechables elegir? Sal de dudas con nuestra guía paso a paso. Te contamos todo lo que debes tener en cuenta. ¡Bienvenido!

Los guantes desechables son un imprescindible tanto a la hora de proteger nuestras manos de sustancias dañinas como de contaminar aquello que estamos manipulando. Ayudan a mantener las manos limpias y crean una barrera entre agentes externos como la suciedad o los microbios y nuestras manos.

Por ello, son un gran aliado en diferentes sectores y existe una amplia variedad de modelos en función del uso y el entorno en el que nos encontremos. Es importante conocer las diferentes características y funcionalidades de los diferentes tipos de guantes de los que disponemos para poder elegir con buen criterio aquellos que mejor se adapten a nuestras necesidades.

Tipos de guantes según su material

Según el material con el que están confeccionados, encontramos cuatro tipos de guantes: 

  1. Guantes de Polietileno: De uso corto. Libres de polvo e ideales para el comercio, el hogar, la industria alimenticia y salones de belleza, entre otras aplicaciones. Son transparentes y de textura gofrada, para un mejor agarre. En IBP Uniuso disponemos de guantes de Polietileno de alta calidad TPE o Polietileno con EVA. Este tipo de guantes no se ve afectado por disolventes u otros productos químicos, ya que el polietileno es un material inerte. Es el guante más sencillo y por tanto económico, lo que hace que su consumo principal sea en comercios donde hay manipulación de frutas y verduras o en gasolineras. También se emplean en el sector de peluquería y estética en tratamientos de manicura.  
  1. Guantes de Látex: Son finos, se ajustan perfectamente a la mano y puedes encontrarlos con polvo o sin polvo. Tienen el puño reforzado y es de uso ambidiestro. Antes de usarlo, ten en cuenta que el látex natural debido a su procedencia de origen vegetal, puede producir reacciones alérgicas, lo que hace que su uso esté muy limitado en el sector de la alimentación. Aun así, esta característica lo sitúa como el guante que más sensibilidad ofrece por lo que es muy empleado en medicina y otros trabajos minuciosos. 
  1. Guantes de Vinilo: Guantes de uso corto e impermeables. Este tipo de guante tiene reborde redondeado y es de uso ambidiestro. Es muy resistente a la rotura por estiramiento y desgarro.
  1. Guantes de Nitrilo: Los guantes desechables de nitrilo son muy resistentes y suponen una buena barrera de protección. Se ajustan bien a la mano, son ambidiestros y sin polvo. El nitrilo es un compuesto sintético que, al no tener ningún contenido de origen natural, lo hace más seguro para personas más propensas a sufrir alergias. 

Los guantes desechables según su uso

Estos utensilios son utilizados por profesionales como personal sanitario, personas que sirven o procesan alimentos o limpiadores, entre otros. Pero en realidad, es habitual también encontrarlos en nuestros hogares, ya sea para trabajar en el jardín, protegerse de los productos químicos a la hora de limpiar en casa, etc. 

Por ello, es interesante también saber qué tipo de guantes son aconsejables en función del uso que vayamos a darle. 

En este sentido, los guantes de polietileno son aptos para el contacto con alimentos por lo que son perfectos para aplicaciones alimenticias y también industriales. Los compuestos por polietileno se recomiendan para la manipulación en industria, sanidad y sector químico-farmacéutico.

En el caso de los guantes de vinilo, pueden utilizarse en laboratorios, industrias químicas y manipulación de alimentos. Cabe destacar que, tanto éstos como los guantes de nitrilo usados en un entorno sanitario, protegen tanto al paciente como a los instrumentos que se emplean en exámenes, exploraciones o curas, de ser contaminados con restos biológicos y/o químicos.

¿Cómo elegir la talla perfecta de tus guantes desechables? 

Antes que nada, debemos conocer la medida de nuestra mano. Para ello, solo tendrás que abrir la mano y juntar tus dedos. Coge un metro y mide la longitud total, hasta la muñeca. Una vez tengas la medida, es hora de analizar cuál es tu talla.

Los guantes deben ajustarse lo mejor posible a las manos de quien los usa y por eso hay que prestar atención a la hora de adquirirlos. Hay modelos que son talla única, y con esos no tendrás problemas. Si por el contrario eliges una opción con diferente tallaje, ten en cuenta esta útil y sencilla información estándar: 

  • Talla Pequeña: de 9 a 20 cm
  • Talla Mediana: de 20 a 21,5 cm
  • Talla Grande: de 21,5 a 23 cm
  • Talla Muy Grande: de 23 a 25 cm

¿Guantes desechables con polvo o sin polvo?

Otra cuestión que nos planteamos a la hora de elegir el guante perfecto es la presencia o no de polvo en el interior. El polvo que se utiliza por norma general es el almidón de maíz, y sirve para lubricar el guante y facilitar su colocación. La presencia de polvo en el interior del guante, facilita la adaptabilidad del guante pero, para evitar difusión de partículas en el aire, sensibilización y reacciones alérgicas, es una solución que se desaconseja, lo que limita mucho su uso en industrias alimenticias. 

No obstante, en la mayoría de los modelos de guantes desechables a disposición puedes elegir que tengan o que no. ¡Tú eliges!

Consejos para ponerte y quitarte los guantes

Una vez tengamos los guantes ideales, con la medida que mejor se adapte a nuestras manos y del material que mejor nos convenga, es aconsejable lavarse bien las manos y secarlas antes de ponerlos. Una vez hecho, el procedimiento es sencillo: hay que sostener el guante con una mano y meter la otra mano en el guante, y repetir con la otra mano.

Además, cuando vamos a trabajar con elementos o en ambientes susceptibles de ser contaminados, es recomendable lavarse las manos una vez que tengamos los guantes puestos, ya que así eliminaremos cualquier agente externo que puedan tener.

A la hora de quitarte los guantes desechables, el procedimiento es igualmente sencillo, aunque debes prestar más atención a no ensuciarnos o contaminar nuestras manos del exterior para el que nos estábamos protegiendo. 

El exterior del guante probablemente estará sucio, así que hay que pellizcar por el exterior el primer guante y retirarlo sin tocar su parte interior. Luego, recogeremos el primer guante con la otra mano y por último retiraremos el segundo guante introduciendo los dedos por el interior, sin tocar la parte externa. 

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