Los escuchamos en las noticias, en informes medioambientales e incluso en conversaciones cotidianas, pero todavía existe confusión sobre qué son los microplásticos y por qué se habla tanto de ellos. En pocas palabras, se trata de pequeños fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros, que surgen al degradarse materiales plásticos mayores o que se fabrican directamente a ese tamaño para usos específicos.
Aunque son diminutos, su impacto ambiental es enorme, y su presencia se ha detectado en el aire, el agua e incluso en los alimentos. De ahí la importancia de reciclar correctamente y usar de forma responsable los productos plásticos, evitando que acaben desintegrándose y contaminando el entorno.
Índice
Tipos de microplásticos
Podemos distinguir dos tipos principales de microplásticos, según su origen:
- Microplásticos primarios: se crean intencionadamente con fines industriales o cosméticos, como las microesferas exfoliantes o algunas fibras sintéticas usadas en tejidos técnicos.
- Microplásticos secundarios: aparecen cuando materiales plásticos más grandes como bolsas, guantes, films o envases que se fragmentan con el tiempo debido a la exposición al sol, la fricción o el calor.
En entornos profesionales, un uso incorrecto o la falta de separación de residuos favorece esta degradación. Adoptar una gestión eficiente del reciclaje es una medida esencial para evitarlo.
¿Cómo afectan los microplásticos a la salud?
Aunque los estudios continúan, existe consenso en que los microplásticos pueden transportar aditivos o absorber contaminantes, lo que incrementa su riesgo potencial. La exposición puede darse a través del aire, el agua o el contacto con objetos de uso cotidiano.
En sectores como la hostelería, la estética o la sanidad, mantener un entorno limpio y controlar el estado de los materiales plásticos es clave para reducir la presencia de estas partículas. A su vez, la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) impulsa una mejora continua en el ecodiseño, la trazabilidad y el reciclaje, garantizando que los materiales tengan un ciclo de vida más controlado y sostenible.
¿Cuáles son las principales fuentes de microplásticos?
Los microplásticos no aparecen de la nada: provienen de envases desgastados, textiles técnicos, utensilios dañados o una gestión inadecuada de los residuos. En restaurantes, clínicas o fábricas, dejar los contenedores abiertos o mezclar fracciones acelera la fragmentación de los plásticos. También la limpieza con productos demasiado agresivos puede degradar ciertos materiales. Por eso, una política de almacenamiento adecuado, separación eficiente y retirada regular de residuos evita que el plástico se rompa y se disperse.
Cómo evitar los microplásticos
La solución pasa por actuar desde la elección del material hasta su fin de vida. Algunas prácticas recomendadas son:
- Elegir materiales resistentes y adecuados al uso, como el polipropileno (PP o CPP), que reduce roturas y prolonga la vida útil del producto. Este material, además, es reciclable y estable a la temperatura, lo que lo convierte en una opción responsable para envases y bolsas.
- Optar por soluciones diseñadas para conservar y proteger, como las bolsas CPP microperforadas, que evitan condensaciones y reducen mermas en alimentos frescos.
- Mantener la ropa de trabajo limpia y en buen estado, evitando la liberación de microfibras sintéticas en entornos donde la higiene es crítica.
- Reciclar de forma constante y ordenada, con contenedores bien identificados, evitando acumulaciones y asegurando que cada material siga su flujo correcto.
Cada pequeña acción como reciclar bien, elegir materiales adecuados, cuidar los uniformes suma en la lucha contra la contaminación invisible de los microplásticos.
En IBP Uniuso apostamos por una sostenibilidad real y aplicable en el día a día. Trabajamos junto a distribuidores y profesionales para ofrecer productos higiénicos, resistentes y conformes con las normativas europeas, especialmente diseñados para sectores que necesitan confianza y rendimiento. Reducir los microplásticos no es solo una cuestión ambiental, sino también de eficiencia y responsabilidad empresarial.
Por eso, te acompañamos con soluciones de polipropileno seguras y reciclables, asesoramiento personalizado y materiales que te ayudan a cumplir tus objetivos medioambientales sin renunciar a la calidad.
Cuidar del planeta empieza por cuidar cada detalle del uso del plástico: elegir bien, reutilizar con criterio y reciclar siempre.



